Con un río homónimo que cautiva y rodea el pueblo, Villa del Soto ofrece variadas opciones para disfrutar al aire libre. Durante el verano, a cinco kilómetros de su casco histórico, los visitantes pueden disfrutar del confortable balneario La Toma, entre ollas, cascadas y playitas de arena fina. Aquí, el descanso y el relax están asegurados.

Por esta zona, también el ecoturismo, la pesca y el trekking son algunas de las actividades favoritas, sumándose a la escalada, el avistaje de flora y fauna y los safaris fotográficos.

Refugio de la historia

Frente a su plaza principal, rodeada por una gran arboleda se encuentra La Recova, que conserva los secretos de aquellas antiguas luchas entre unitarios y federales. A escasos metro, se luce la antigua estación de Ferrocarril.

Por otra parte, destaca su capilla, punto de encuentro de la Fiesta Patronal en honor a San Roque, una de las celebraciones religiosas más convocantes de la provincia y del país. Cada 18 de agosto, cerca de 100 mil personas se congregan en la procesión del Santo.